The Exorcist Believer: No se acerca al clásico, pero tampoco es un desastre total

 

La nueva secuela directa del clásico de 1973 y que dirigiera el reciente fallecido William Friedkin, es una decente apuesta de terror que queda por debajo en varios escalones de su original, pero sabe sacar adelante una grata película de terror que cumple cuando terminas de entregarte a ella completamente. 

Dirigida por David Gordon Green, quien se vuelve a sumergir en un clásico del terror y darle una actualización a los tiempos que corren que de todas formas no terminan siendo totalmente efectivos, lo que nos deja con una agria sensación de que pudo ser mucho mejor.  

No puedo negar que tiene buenas intenciones, en especial el llevarte a cuestionar en que podemos creer o no y que ocupa como su sangre esta secuela. Esa mirada hace que entres de buena forma en lo que nos proponen, sin embargo, el drama se apodera en mayor fuerza del terror que uno podría poder esperar de uno de los grandes títulos del terror en la historia del cine.  

La falta de sustancia hace que nos quedemos con las ganas de tener un golpe final por parte de la propuesta que nos brinda David Gordon Green, donde tanto su dirección como el manejo de su reparto es lo que permite darle un plus de gratitud a un guion que no termina de ser realmente consistente en todo su contenido. Tiene buenos efectos especiales y un maquillaje realmente gratificante, pero nos queda la sensación de que no se aprovechan del todo más, considerando que tenemos un doble exorcismo a merced del espectador en un clímax final que igual se posiciona como lo más grato de su guion. Nos vamos encontrando con momentos que vale la pena destacar, pero estos momentos no son del todo constantes, lo que hace que tengamos varias lagunas que nos llevan, a un constante zigzagueo de momentos buenos y otros olvidables. 

Su reparto se entrega por completo, en especial sus jóvenes interpretes Lidya Jewett y Olivia O´Neill que realmente logran dar susto con sus interpretaciones de poseídas, dando algunos momentos dignos de lo que nos brindó Linda Blair en 1973. Por su parte, Leslie Odom Jr. genera bastante gratitud al verlo interpretar su papel, donde se nota que se ha tomado con seriedad su paso al terror. 

Una secuela que no termina siendo un total desastre como uno se imaginaba al leer todas las críticas que tenía a su haber, es cierto que no es la mejor película del género en el año y cumple con lo justo, pero tiene sus momentos donde está muy bien lograda y como mencionaba antes si le das una oportunidad termina cumpliendo como un grato pasatiempo para el momento y que al menos nos vuelve a traer a Ellen Burstyn en uno de sus papeles más icónicos aunque muy mal ocupado en esta ocasión, pero sigue siendo un agrado. 

Un drama de terror al que se puede darle una oportunidad sin mayores complejos, después si nos termina gustando o no es una pregunta para posteriormente. 

Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐

Crítica: 🍅22% - 🍿59% - IMDb 5.0

Productora: Universal Pictures 

Box Office: 108,503,980