Damsel: Reina de los dragones, pero al estilo Netflix.
Dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo (28 Weeks Later) y protagonizada por Millie Bobby Brown (Stranger Things).
Sinopsis
Una obediente damisela acepta casarse con un apuesto príncipe. Pronto descubre que lo que en realidad quiere de ella la familia del novio es sacrificarla y, de este modo, saldar una antigua deuda. Cuando es arrojada a una cueva con un dragón que escupe fuego, solo tiene su ingenio y voluntad para sobrevivir.
Bueno, Netflix nos brinda su mezcla de fantasía con dragones al más puro estilo de cierta serie que todos amamos y que gratos momentos nos ha dejado, pero como se menciona es la versión de Netflix y lo hace en compañía de una de sus caras más potentes como lo es Millie Bobby Brown nuestra querida Eleven; y como si fuera poco lo hace con todo el poder femenino a sus espaldas y con un 8 de marzo a cuesta. Netflix nunca deja nada al azar.
Una película que pudo ser bastante épica, pero que se va quedando en las tintas de no atreverse a cruzar el umbral y quedarse solo con darnos una película que pone por encima la bandera del feminismo. Cosa que no le quita fuerza, pero la termina limitando a una película que realmente pudo proponer y terminar siendo un hit absoluto en algo mucho menos gratificante.
La película presenta un par de propuestas realmente atrevidas y que pintaban profundamente alucinantes. Todo aquello que rodea a las intenciones del poder y esta especie de secta oculta y un giro de tuerca al común de historias de princesas que conocemos, pero lamentablemente la película decide en su segunda mitad dejar esto atrás y poner como estandarte a un personaje que cae en lo cliché y en lo rutinario lo que hace que pierda toda la fuerza
El esfuerzo por el desarrollo de su protagonista lo hace muy bien, su director, quien cumple con lo que le solicitan y lo que tiene que dar, al igual que todas aquellas películas que se realizan por encargo de los estudios y a nuestro pesar Fresnadillo, cumple a la perfección con aquello y solo nos quedamos con la intención de obtener de vuelta al director que nos brindó una magnífica película de zombis. El resultado es correcto: una película entretenida que saca partido a su presupuesto, hace brillar a la estrella de la función y además deja claro el mensaje con el que quiere conquistar. En aquel sentido, todo está bien logrado, nos guste o no el resultado final.
Ese cumplir con lo que le piden no quiere decir que la película sea totalmente acertada, tiene bastantes fallos en su guion y también en ciertas decisiones que se toman para dejar a todos contentos con la propuesta. Hay ciertos flashbacks que no se entienden, que hacen que tengamos diálogos algo sonsos y visiones que quedan fuera de lugar de lo que estamos viendo. Es cierto, son parte importante para que el mensaje final se termine apreciando mayormente en el espectador, pero es bueno, a veces recordar que la mayoría de las veces el espectador no necesita panfletos para entender las propuestas, es más inteligente de lo que se piensa.
Ahora sí, uno puede destacar en contra partida que el villano que nos presentan es bastante interesante en el fondo y permite a su vez que el personaje de Elodie logre ese viaje del héroe que tanto uno busca en este tipo de películas. Por ahí uno quizás es más ambicioso y quedan las ganas de aquel desarrollo de los personajes de la reina y su hijo que en verdad tenían mucho más para entregar y terminan siendo un desperdicio total, más si tenemos a Robin Wright como uno de los personajes.
De todas maneras, nos quedamos con una película que no aburre, que tiene momentos realmente bien logrados y una protagonista que capta tu atención y con aquello ya te permites darle la oportunidad a una película que tampoco es que te traerá dolores de cabeza.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐
Crítica: 🍅57% - 🍿64% - IMDb 6.1
Distribuidora: Netflix
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