The Crow: Buena no es, un desastre, tampoco, mala, por supuesto
30 años después, el director británico Rupert Sanders trae de vuelta a The Crow en una versión actualizada a los tiempos que corren y la verdad es que es tan absurdo como el resultado final de la película.
Decir que la película es buena, sería mentirnos a todos, decir que es un desastre también, por qué tiene momentos interesantes y que la sacan a flote de manera digna e incluso hasta graciosa, pero la realidad dice que es una película simplemente mala que no supera en ningún momento a su original y tampoco tendría como hacerlo si la base es un guion tan poco atrevido como el que nos terminan entregando.
Para no ser injustos debemos rescatar a un Bill Skarsgård que sale dignamente parado con todo lo que le ofrecían como elementos, el actor se entrega por completo y al menos logra darle una identidad propia a su versión de Eric; después nos encontramos con un reparto secundario que no acompaña mucho y quizás una FKA Twigs que logra algo de atención con su carisma en pantalla, pero no precisamente por estar acertada en su interpretación.
Es una apuesta que busca darnos una historia de amor, venganza y acuchillamiento tan simplista que pierde toda la potencia de un gran personaje con el cual atreverse a mucho más. Es una película que arriesga poco y en ese arriesgar poco termina siendo un genérico sin alma y sin mayores ambiciones que sobrevive gracias a la intención de su protagonista y a que Sanders sabe manejar bien ciertos momentos de acción y sangre.
Una de las grandes decepciones del año, lamentablemente.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐
Crítica: 🍅23% - 🍿64% - IMDb 4.6
Compañía: Lionsgate Films
Box Office: 21.105.349 US$
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