The Substance: El Body Horror, de Coralie Fargeat, se posiciona como lo mejor del año sin discusiones
La directora Coralie Fargeat emplaza su película al mejor estilo de Kubrick y Cronenberg, para brindarnos su propia película de horror feminista corporal que nos llega directo a lo más impactante del año con corazón propio.
Con un guion impactante y resonante, desafiantemente grotesco y extrañamente divertido, la presentación de The Substance, se convierte en una de las apuestas más satisfactorias del presente año que se instaura como una de las mejores películas del año no tan solo por ser excelentemente dirigida o brutalmente interpretada, sino también por ser una de las películas con más personalidad del presente año, dejando una marca propia y gratificante.
Que nos enfrentemos al paso del tiempo de una actriz interpretada de forma alucinante por una Demi Moore que vuelve en gloria y majestad a la primera plana con su interpretación más descollante de su carrera. Moore logra llevar su personaje de Elisabeth Sparkle al límite de la decadencia con una interpretación que se alimenta de forma abstracta un tanto de la Demi Moore persona para brindarnos una muestra de ira, terror, desesperación y venganza. Se deja guiar por una directora atrevida y Moore entra en aquel juego y le sale perfecto, la actriz brilla como nunca antes la habíamos visto y simplemente se mete de lleno dentro de las grandes candidatas a la temporada de premio. Sin embargo, no solo Demi Moore es alucinante, sino que Margaret Qualley viene y te dice que ella también es una estrella absoluta con una interpretación magistral de Sue. Qualley se planta con un personaje lleno de magnetismo y confianza, manejándolo con la inteligencia de saberse un "Objeto", pero sabiendo que es un estilo satírico de lo que representa en la versión de su directora, en donde lo envuelve con acertado estilo y le agrega ese toque de misterio, porque al fin del recorrido es un duelo de egos de un personaje llamado Elisabeth por quien gana el dominio absoluto.
La directora no se achica y va directo a dar una mirada incómoda y brutalmente honesta de la mirada de la sexualización de la mujer y de lo que representa la belleza. No se va con cuentos y su propuesta de dirección lo refleja con un abanico de planos de cámara que te van a incomodar, pero también lo hace sin limitarse en el exceso de cuerpos, sangre, líquidos y brutalidad. La directora saca lo mejor de grandes referentes del género, pero no se limita solo a sacar lo mejor de ellos, sino que la directora le da su propia identidad que te permite siempre tener conciencia de que Coralie Fargeat está tras las cámaras y lo está haciendo con sus propias reglas y sus propias ideas que no buscan igualarse, sino más bien presentarse como autoridad y calidad propia y aquello es de una directora que va camino a plantarse de frente entre la grandeza.
Estamos en presencia de una de las mejores películas del año y posiblemente una de las grandes contendoras de la temporada de premios y lo hace con argumentos propios, por qué se presenta con inteligencia, honestidad y personalidad que va directo para los que no son simplistas, es una película que te dará batalla, te dará recelo, te dará incomodidad, pero es un recorrido satisfactorio, apabullante y lleno de mensajes claros, directos y simbólicos.
Es una película llena de identidad propia que no busca caerte bien con la simpleza, muchachos estamos lejos de aquello, es una película hecha por mujeres con personalidad y carácter que te ponen el feminismo sin darte espacio a quejarte, porque aquí te da donde más te duele y te deja simplemente bañado de sangre y sin poder limpiarte.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Crítica: 🍅91% - 🍿73% - IMDb 7,8
Productoras: Working Title Films, 21st Century Film France, Blacksmith
Box Office: 20.235.584
Dirección: Coralie Fargeat
Reparto: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid
Duración: 140 min.
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